



Por cuarto año consecutivo, la DGEyC ofrece un conjunto de indicadores para el análisis económico del trabajo como fuerza productiva y su vinculación con la producción de bienes y servicios, los ingresos y las condiciones de vida de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires.
En esta presentación, se agrega información sobre la inserción laboral de los adultos mayores, atendiendo al envejecimiento poblacional que resulta de la segunda transición demográfica. Este fenómeno y su componente de género, implican desafíos a enfrentar tanto por el mercado de trabajo, como por los sistemas de seguridad social y la política pública en general.
Índice
El trabajo como fuerza productiva
El trabajo es la actividad humana orientada hacia la producción de bienes y servicios que se destinan a la satisfacción de necesidades. El siguiente cuadro expone la dinámica de las tasas generales y específicas por edad y sexo en relación a la evolución del Producto Geográfico Bruto de la Ciudad desde 2004 a 2016 (último dato disponible). Allí se observa que, más allá de la coyuntura económica, el desempleo y la subocupación son estructuralmente más altos en las mujeres y los jóvenes.
Los asalariados
La característica esencial del trabajo consiste en que es una actividad en la esfera pública, demandada, definida y reconocida por otros como útil y, como tal, remunerada. Mediante él, formamos parte de una red de relaciones e intercambios que son constitutivas de identidad social.
En particular, el trabajo asalariado es –incluso para aquellos y aquellas que lo buscan, se preparan para ello o carecen de él- el factor más importante de socialización.
En este apartado se exponen criterios de clasificación del empleo asalariado y las tendencias sobre formas y arreglos de contratación para los residentes de la Ciudad de Buenos Aires.
Los trabajadores por cuenta propia
El trabajo por cuenta propia es una de las definiciones con mayor dificultad de delimitación conceptual y empírica. Se lo muestra como un universo complejo y heterogéneo, en cuyo ámbito se describen inserciones socio-ocupacionales dispares dadas por las certificaciones educativas; por el tamaño de la unidad económica en la que se desempeñan y por las calificaciones ocupacionales.
Este elemento de multiplicidad y combinación, lleva a plantear la necesidad de una perspectiva de análisis que simultáneamente dé cuenta del cuentapropismo como totalidad ocupacional, precise su morfología e identifique sus principales modalidades socio-laborales. En este sentido, los cuadros destacan la calificación ocupacional, el registro y la regularidad en el pago de la seguridad social y el tamaño de establecimiento donde los cuentapropistas se desempeñan.
Las condiciones de vida de los trabajadores y sus hogares
El vínculo entre el desempeño económico -sintetizado en el Producto Geográfico Bruto- y los ingresos que efectivamente perciben los hogares, está condicionado por diversos factores estructurales e institucionales, afectando las posibilidades de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y de los hogares a los que pertenecen. En particular, la estructura del mercado de trabajo y las políticas laborales, así como los sistemas de protección social inciden directamente, entre otros aspectos en el nivel y la distribución de los ingresos de los hogares.
En los cuadros siguientes, se expone la distribución de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires en relación al acceso a las diferentes canastas del Sistema de Canastas de Consumo, tomando en consideración algunas características de la inserción laboral de sus miembros.
Los ingresos laborales
Un elemento concluyente del nivel general de desigualdad social radica en la disparidad de ingresos laborales entre los diferentes perfiles de trabajadores, debido a que constituyen la principal fuente de ingresos de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires.
Buena parte de la distancia de ingresos laborales entre los extremos de la distribución puede explicarse por factores específicos vinculados a la condición de formalidad en el empleo y la categoría ocupacional, que se suman a otros como el sector, tipo y tamaño de la empresa y grado de cobertura de protección social y laboral.
La situación laboral de los adultos mayores en la Ciudad de Buenos Aires en el contexto de una población envejecida
La Ciudad de Buenos Aires presenta una estructura de población envejecida desde 1960. Para ese entonces, la población de 65 años y más representaba el 9,1% del total. El proceso de envejecimiento fue tan significativo que en 2010, el guarismo había ascendido a 17,2%, según datos censales.
Para dar cuenta de la participación en el mercado de trabajo de la población de mayor edad y tomando en cuenta las recomendaciones internacionales se procedió a la desagregación de grupos etarios mayores de 65 años y se incorporaron indicadores de género para el análisis.
Se observa que una porción significativa de los adultos mayores están ocupados, con mayor presencia masculina y en categorías ocupacionales independientes respecto al conjunto de la población. Al mismo tiempo, hay una menor concentración en el nivel educativo superior, en coexistencia con el mayor peso de la calificación ocupacional profesional, incluso cuando declaran con más frecuencia no operar maquinaria, equipos y/o sistemas. Lo anterior sugiere la acumulación de una expertise que prolongaría la trayectoria laboral.
En relación a sus condiciones de vida, casi el 93% percibe ingresos jubilatorios y explica en buena medida la relativa baja incidencia de la pobreza, que resulta cercana a un tercio de la del conjunto de la población de la Ciudad. Más de la mitad de los hogares con presencia de adultos mayores se encuentra en los quintiles 2 y 3 de la distribución del ingreso per cápita familiar.
Destacado 2
Tasas básicas del mercado de trabajo por grupos de edad y zona. Ciudad de Buenos Aires. Año 2016
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